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VOLEIBOL
Bolívar se queda sin un ídolo
Badá, el extranjero con mayor cantidad de presencias en un mismo club, seguirá su carrera en Cimed de Brasil tras 7 temporadas con las Águilas.
Se vienen tiempos de cambio en el equipo de Marcelo Tinelli. Un histórico del plantel más ganador de la historia de la Liga Argentina volverá a su patria después de representar a los celestes en siete temporadas. Se trata de Jean Carlo Badalotti, más conocido como Badá, el último gran ídolo de la parcialidad bolivarense que fue contratado por el poderoso Cimed de la Superliga de su país natal.
Oriundo de Santa Catarina, el polifuncional jugador de 38 años dejó una huella imborrable en los fanáticos del cuadro que dirigía hasta hace unos días Javier Weber. Su debut fue en diciembre de 2004 tras una gestión relámpago en la que reemplazó al norteamericano Mike Diehl. Como si el destino hubiera marcado las cartas, Badá fue vital en la recuperación de un equipo que transitaba la más duradera racha de derrotas consecutivas y que se medía ante el invicto y clásico rival de aquel entonces Rosario Sholem Sonder. El atacante llevó a sus nuevos compañeros a una contundente victoria y se metió a la gente en el bolsillo con su instinto ganador y su gran carisma: “Parece que ahí empezó mi historia”, confiesa.
Veinte títulos después, Jean Carlo encara una nueva etapa en su carrera y vuelve a su tierra como un consagrado. Sin embargo, no logra superar la nostalgia de dejar un pedazo de su vida en ese entrañable pueblito ubicado a 356 kilómetros del Obelisco: “Seguramente será el equipo más lindo en el que jugué. Cuando llegué nunca pensé en ésto, tenía miedo que mi mujer no se adaptara al país y firmé por dos temporadas. La historia de amor que tengo con la gente no surgió de repente, se construyó después de vivir muchas cosas lindas”, recuerda.
El número 12 de su camiseta es un símbolo inoxidable que superó cambios de entrenadores, de puesto (jugó de punta receptor, de opuesto y de líbero) y circunstancias deportivas: “Me brindé siempre por el equipo para lo que fuese necesario, trabajando con mucha dedicación e intentando ser un ejemplo para los jugadores más jóvenes”. Casualmente, o no, el look particular de Badá es arremangarse.
El brasileño ganó 4 Ligas Argentinas y logró dos subcampeonatos, un récord inédito para un extranjero, pero él define como su mayor conquista el reconocimiento de la hinchada: “La gente me reconoció por auténtico, dentro y fuera de la cancha. Para mí Bolívar fue mi vida. Es hermoso haber defendido esta camiseta. Tengo muchas banderas y obsequios de los fans que voy a poner en mi casa como recuerdo de todo lo vivido aquí”.
Amante del hard rock, el hombre de potente remate se ablanda al despedirse. En la penúltima final ante UPCN, Badá levantó a la gente cuando parecía que los sanjuaninos daban la vuelta y lloró al terminar el encuentro que significaba su última noche en el Complejo República de Venezuela: “Es durísimo irme, pero el cariño que nos une no morirá. Nunca voy a olvidarme de Bolívar ni creo que ellos de mi. No hay palabras para definir lo que siento. En ningún lugar del mundo hay gente que esté en las buenas y en las malas con los jugadores y sea tan cariñosa y aliente tanto. Han sido maravillosos”.
Jean Carlo será el líbero de uno de los prematuros candidatos al título en Brasil, Cimed. El subcampeón sudamericano se fusionó con Sky Pinheros y contará con grandes estrellas como Giba y Gustavo Endres, entre otros.
EL SANTUARIO DE BADA
Silvia Eguía es una de las más fervientes admiradoras de Badalotti, ya que su amor por el jugador la ha motivado a seguir adelante para superar una enfermedad motriz grave. En agradecimiento a las atenciones que, en silencio, el brasileño tuvo con ella (camisetas, fotos, etc) instaló en su casa un santuario dedicado a homenajear a su estrella favorita.