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FÚTBOL - TORNEO INICIAL
Quilmes hundió a Unión y hubo incidentes
El Cervecero goleó por 3-0 como visitante al Tatengue con goles de Mansilla, Elizari y Romero y salió de la zona de descenso. El partido fue detenido durante 20 minutos por disturbios en las tribunas y la hinchada visitante debió retirarse. El local sufrió las expulsiones de Barisone y Avendaño.
Quilmes ganó este sábado un partido clave en su lucha por no descender. Fue en Santa Fe, por 3-0 ante un Unión que se hunde en la tabla de promedios, en un encuentro caliente en el que ambas hinchadas protagonizaron incidentes en las tribunas, obligaron a detener el encuentro durante 20 minutos y la parcialidad visitante debió retirarse del estadio por seguridad. El clima espeso en el campo, como siempre, se trasladó al público.
El equipo que dirige Omar De Felippe madrugó a su rival a los seis minutos con el gol de Jacobo Mansilla. El mediocampista realizó una gran acción junto a Juan Manuel Cobo en una doble pared que terminó con el toque suave al fondo de la red.
El dueño de casa no pudo reaccionar y Quilmes aprovechó para estirar diferencias antes de irse a los vestuarios. El reloj marcaba los 40 minutos cuando Fernando Elizari tomó un débil rechazo en la puerta del área y sacó un latigazo que se coló junto al palo derecho de Martín Perafán.
En el complemento el ingresado Damián Lizio, de buena actuación en medio de la debacle, arrancó con un tiro en el travesaño. Pero a los 17 minutos comenzaron los disturbios que frenaron el pleito hasta los 37, con algún amague de finalizarlo mientras la policía no podía controlar la lluvia de piedras ni las roturas de alambrados.
En la reanudación, otra vez Lizio obligó al esfuerzo a Emanuel Trípodi y el balón dio en el travesaño, y enseguida vio la roja Diego Barisone para mermar los intentos tatengues.
Ya en el extenso descuento, Cristian Menéndez impactó una pelota en el horizontal, Juan Avendaño vio su segunda amarilla en el anfitrión y, a los 63, el ingresado Fernando Telechea apareció por izquierda y habilitó a otro salido del banco, Sebastián Romero, para que empujara el balón por el segundo palo.
Hacía mucho ya que el espíritu de Unión no reaccionaba ante la reprobación de su gente. Todo el premio sería así de Quilmes, que se iba de Santa Fe victorioso tras una verdadera batalla por la permanencia.